El 22 de abril se presentará en Mar del Plata para realizar un show con sus grandes éxitos. Será un reencuentro para celebrar un cuarto de siglo de sueños cumplidos. "Siempre tuve la convicción de que quería ser música", dijo.
Pasaron veinticinco años: desde que empezó de manera profesional, desde que se metió a hacer un disco, a componer canciones, a traducirlas de otros idiomas, a armar shows, a agarrar la ruta para llegar a todos lados. Veinticinco años de vida pública como una cantante y compositora que hace del amor su verdadero tema.
“Es realmente hermoso poder seguir siendo músico, cantante, poder subirme a un micro y tener ganas de salir a tocar”, señaló Marcela Morelo, la artista que es dueña de este cuarto de siglo de música.
Este 22 de abril llegará a Mar del Plata y desde el escenario del Teatro Roxy (San nLuis 1750) realizará un amplio repaso por toda su carrera, atravesada nada menos que por once discos.
“Cuando sos chico muchas veces no sabés lo que vas a hacer”, reconoció en una entrevista con LA CAPITAL. “Yo siempre tuve la convicción de que quería ser música, cantante. Y eso tiene mucho que ver con que empecé a estudiar música de muy chica, eso me orientó y me acercó de lleno, me metió en la música de forma íntegra, digamos”.
“Realizarme con lo que estudié de chica, con lo que soñaba, con lo que jugaba, porque jugaba a ser cantante… la realidad es que el saldo es positivo. El detrás de la guitarra tiene muchísimas cosas, también tiene frustración, tiene vaivenes…”, se sinceró.
-¿Cómo enfrentás esos vaivenes, esos momentos de bajón?
-Lo que mejor me hace para mi salud física, mental y espiritual es conectarme con la música siempre. Ya sea agarrando la guitarra y tratando de hacer una canción, ensayando las canciones que tengo, volviéndolas a cantar desde el lado de la guitarra, vocalizando, haciendo mis ejercicios y mi rutina. Tengo ejercicios de yoga, elongaciones, ejercicios de vocalización, una rutina que tengo, todo eso me hace realmente sentirme bien. Trato de hacer una canción. Eso es lo que me lleva a querer seguir adelante, a sentirme conectada siempre con la idea de tener la posibilidad de que una canción me abra el camino una vez más.
-¿Un camino en el corazón de tu público?
-Mi propio camino, más allá de compartir. Ya el hecho de sentarme con la guitarra y encontrar una frase, con una melodía, eso ya me hace sentir feliz, y quizá esté sola en ese momento y metiéndome muy para adentro y buscando en mis sentimientos o curando mis heridas. Todo eso lo vuelco en la guitarra, en un cuaderno con las palabras que me salen. Eso ya es mucho, poder contar con ese elemento tan poderoso.
-Es decir en los momentos de crisis o de bajón volvés a los orígenes…
-Exacto, vuelvo al origen y ahí es donde me encuentro confortable, vuelvo a conectar, como si fuera un cable que se desconecta a veces, bueno me vuelvo a enchufar y ahí me siento útil. Me siento con otra oportunidad, es como renacer, cambia la energía.
-¿Cómo se fue dando esto de que el amor sea tu tema?
-Es que es el amor el gran tema de la vida de todos, no? Cuando uno se encuentra rodeada con gente por más problemas que uno tenga, sabes que contás con tu familia, con una amiga, con tus hijos, con tu marido, con tu mujer, con tu madre, con tus hermanos, el amor nos rodea permanentemente, para mí el amor es lo que nos sostiene como seres humanos. No me sale escribir de otra cosa, de hecho hay una canción que escribí que se llama “Argentina te quiero”, es una canción de amor a mi país.
-¿Y cómo ves al país?
-Me duele mucho todo lo que pasa, sinceramente. Influye muchísimo en lo cotidiano de la vida de cualquier persona y a mí me afecta un montón. No solo me afecta afecta el bolsillo, porque vivir con una inflación tan enorme no te deja planear, vivís en permanente inestabilidad. Y ni hablar de lo que es socialmente, la discordia. Yo le meto onda con la música y sé que la gente cuando elige venir a un show elige distenderse y olvidarse de todo. A mí me pasa lo mismo, me subo al escenario y me olvido de todo. Es esa energía que se vibra, en el público no hay grieta, todos nos comunicamos, nos emocionamos con la música, con lo que está pasando. No sabes qué piensa el de al lado y ahí sí hay unión, trato de rescatar eso que pasa en los shows porque nadie sabe qué piensa el de al lado, sin embargo hasta podés compartir el llanto, un abrazo, mucha gente se hace amiga sin saber lo que piensa solamente por la unión de la música, que es una energía tan poderosa. Suelo destacarlo porque con tantas diferencias que hay no es poco que la gente que viene esté feliz y se vayan todos contentos.
-¿Considerás que el arte, la música, dan ejemplos?
-El arte une, te deja volar, te hace ser libre en tu cabeza, en tu corazón, podés pensar en quién querés, podés dedicar la obra a quien quieras, pensar en quien quieras cuando estás escuchando una canción, es una belleza. Hay mucha necesidad de esa energía.